Que merezca la pena alegría.
A menudo me paro a pensar en todo lo que tengo en mi vida que merece la pena. Puedo decir alto y claro que soy afortunada.
Soy afortunada porque, antes que nada, tengo salud. Tengo una familia maravillosa que me quiere y a la que adoro. Mis amigos me quieren por lo que soy. Algunos se han quedado en el camino; otros han llegado nuevos (para quedarse) y los demás siguen aguantándome.
Hay un ejercicio muy bueno y es que antes de dormir pensemos en cinco cosas buenas que nos han pasado a lo largo del día. Estoy segura de que, aunque haya sido un día duro, se llegan a sacar.
También me considero una afortunada, porque mis padres me han dado alas para ser lo que soy y siempre me han apoyado. No sé si lo estaré haciendo estupendamente, pero de lo que sí que estoy plenamente convencida es de que lo que hago lo hago con pasión.
Realmente dar con la tecla, en cuanto a lo que te apasiona no es tan fácil como parece. Yo lo tuve claro a los 18: el periodismo fue un accidente, simplemente ocurrió y me enamoró. He tenido la suerte, que también por mi constancia y trabajo, de estar en los medios más importantes de España y aprender de grandes profesionales. Algo que por ejemplo sin el apoyo de mis padres nunca hubiera conseguido.
En este año que acaba de empezar me he propuesto hacer más cosas que me hagan feliz y otras muchas que me hagan olvidar mirar el móvil. ¿Por qué estamos acostumbrados a conformarnos con lo básico cuando podemos tener lo extraordinario?
Leí a @antonioguzmandi. Escribió un texto muy bonito titulado “¿Qué buscáis?”. Y la verdad que es una pregunta clave que deberíamos hacernos todos. Antonio decía en este escrito que tenemos el deseo de vivir a lo grande, lo que pasa es que a veces limitamos demasiado nuestra búsqueda.
Por eso amigos, yo os animo a lanzaros a la piscina, a decir aquello que sentís y a perseguir vuestros sueños. ¿Todo muy bonito y fácil? Pues no, es súper difícil. Difícil sí.
¿Por qué? Porque no todos tienen el valor de ser quienes quieren ser. De rechazar ir por el camino más corto. Ojalá tú llegues a tu destino. Ah, pero no te olvides disfrutar del camino.
¡LO MEJOR ESTÁ POR LLEGAR! 
Estimada Macarena, que tu destino esté plagado de salud, trabajo, y exitos. No pierdas nunca esa sonrisa, y demos siempre gracias por seguir vivos y disfrutar de los placeres de la vida.