Tu sonrisa es un gol en el 93

Otra vez: el destino, de nuevo interfería en mi vida. Pero esta vez era para dejarme en buena posición.
Te había puesto en mi camino, un jueves 19 de abril, como quien no quiere la cosa.

ji

No esperaba nada, pues yo iba a una rueda de prensa. A trabajar, sí. Pero bueno lo mío no lo considero trabajo y menos si es para entrevistarte a ti.
Al principio pasó como en la canción de «Con las ganas» de Zahara.

«Recuerdo que al llegar ni me miraste,
Fui solo una más de cientos
Y, sin embargo, fueron tuyos
Los primeros voleteos
Cómo no pude darme cuenta
Que hay ascensores prohibidos,
Que hay pecados compartidos,
Y que tú estabas tan cerca».

Pero después escuché tu voz y mi cerebro hizo clic. Fue entonces cuando no pude parar de mirarte.

Estabas dando una charla como si lo hubieras hecho 50 veces antes. Yo lancé una pregunta y tú me contestaste la primera.
No podía dejar de fijarme en tus ojos verdes, en realidad no me di ni cuenta de tus palabras, porque tu presencia me estaba abstrayendo de aquella sala en la que hacía demasiado calor.
La mesa redonda duró hora y media. Me dio igual, allí estabas  tú y yo buscándote en Wikipedia, porque claro decías que habías jugado The Champions League, y me entró la curiosidad. Hay que ser muy valiente para irse a la otra parte del mundo para perseguir un sueño y sentir que jugabas con corazón, en definitiva con pasión.

Terminó la charla y tocaba el turno de que te enfrentaras a mí y al cámara. Pero en el fondo fue como si estuviéramos las dos solas.

Tus ojos verdes me intimidaban. Pero realmente no bajé la mirada. Yo te pregunté por la maternidad (después de un par de cuestiones) y tú saliste airosa, sin complicarte la vida.
Yo ya sabía la respuesta.
Al final me inventé una forma de llamar tu atención y te pusiste nerviosa. Tanto que te olvidaste tu blaser en la barandilla.
Cuando acabamos me dijiste que por la tarde jugabas un amistoso en Hortaleza. Yo ya quería ir antes de que me invitaras, al final el olvido de tu chaqueta hizo que yo me plantara en aquel campo pasadas las 4 Torres de Madrid.
Joder, fui y no te veía, y como siempre yo sin batería. Pero al final te localicé por Twitter y me contestaste súper amable.
Me tragué toodo el encuentro, y seguía sin verte. Hasta que me acerqué a una compañera tuya y me dijo que te estabas tratando con la fisio.

ja

-21:30, yo toque el portón y allí estabas tú. Con el pelo recogido y tus ojos brillantes.
Entablamos una conversación rápida y acto seguido me invitaste a los playoffs. Joder me tengo que ir,pensé. Y me despedí de ti con 2 besos.

Pero esto no ha hecho más que empezar, pequeña sonrisa sonora 😉


Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s