Si tuviera que evaluar este año, diría que ha sido bastante completo. Sobre todo, porque he tachado de la lista casi todo lo que tenía escrito. Acaba un año maravilloso. 365 días en los que he aprendido, he mejorado, llorado, conocido lugares mágicos y personas extraordinarias.
Me he dado cuenta de las personas que me quieren en su vida y he sabido valorar su presencia. También me he caído, pero con su ayuda me he levantado con más fuerza que nuca. Me he llevado decepciones, pero de eso va la vida a veces. 2015 ha sido un año en el que cada esfuerzo ha merecido la pena y he dado grandes pasos profesionales. Aunque, lo que más me gusta recordar son todas esas cosas que he hecho por primera vez… con la ilusión que ello conlleva.
Me he complicado la vida, pero a mejor; porque es verdad eso que dicen de que lo difícil es lo que merece la pena. Han sido mezclas bonitas, de nervios y adrenalina, de amores imposibles y sonrisas secretas… También de cosas pequeñitas y abrazos sinceros. De recogidas en aeropuertos; niños que llegan a la familia y nos recuerdan lo verdaderamente importante (las cosas más chiquititas).
2015 también ha ido de viajes, de escapadas y de conocer lugares impresionantes. Pero sin duda me quedo con la compañía, que no ha podido ser mejor. Con los que me han apoyado, los incondicionales, los de “qué tal”, con mis amigas, con mis padres, con mi hermano y con la familia que he escogido.
Así que, ya sabes a coger todas las fuerzas, ganas y pasión para comenzar 2016 extraordinariamente bien. Sabiendo que lo mejor está (siempre, siempre) por llegar.
3,2,1… ¡ESTO EMPIEZA YA!
¡LO MEJOR ESTÁ POR LLEGAR! 