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No hay nada como hacer un viaje con amigas.
Cuando Norte y Sur se unen, solo puede surgir una mezcla perfecta. Ingredientes con sabores diferentes pero que se complementan a la perfección. “Lan-Ja-Za-Ou” con una unión en Madrid. Cada una de nuestro padre y de nuestra madre pero con mil cosas en común y una de ellas es que somos ladies en Madrid.
Dicen que viajar es lo único que tienes que pagar y te hace más rico. ¡Qué verdad más grande! Y si es con las hermanas que has elegido ya ni te cuento. Digo hermanas porque son con las que vivo día a día, las que me ven de mal humor o saltar de la alegría. Esas que me levantan cuando me quedo dormida y cuando me caigo también. A las que quiero como hermanas, porque no tengo y ellas lo son para mí. Y es que una amiga no es solo la que está en las buenas sino la que a las 3 de la mañana va a tu cuarto a decirte: “Si llama bien y si no, pues nos vamos de fiesta”.
Volviendo al tema de las escapadas con amigas. Vivir nuevas experiencias en lugares que no conozco es una de mis pasiones. Conocer Mundo. Da igual dentro o fuera de España, lo importante es cambiar de aires. Conocer una nueva cultura te abre la mente y amplía tus límites. No es lo mismo el viajero que el turista. Nosotras viajamos porque no tenemos unos planes determinados. Pues cuántos improvistos surgen… (Y benditos improvistos). Da igual que el viaje sea a Granada con mis gemes que a Formigal con las más loquis. El punto de partida es un coche con tres amigas y de fondo suena “Royals”. Una de mis canciones favoritas es: “Looking for paradise” y yo con vosotras lo he encontrado.
Y vamos pasando varias siluetas del “toro de Osborne” y acercándonos al Norte. Suena todo tipo de música, la banda sonora de nuestra vida, cantamos como si no hubiera un mañana. Anochece y el hecho de ir solas por la carretera hace que nos sintamos más libres aún. No tengo suficientes palabras para resumir los viajes que he hecho con vosotras, pero sin duda han sido lo mejor de mi vida. Os he conocido mejor, he descubierto vuestro lado más sensible y vuestra más mala leche habida y por haber (ejem, ejem). Porque si un viaje con amigas supera tus expectativas está claro que lo vais a ser para siempre. “Para todo y para siempre”. Aquí me tenéis. Ha sido un placer, gracias por tanto. Por esa felicidad que se me ha escapado de las manos, por esos momentos en los que he llorado de la risa, por hacer todo más fácil, por nuestra banda sonora con taaaantos estilos musicales; canciones que siempre recordarán este viaje, como “está lloviendo” y «llegaremos a tiempo»; Gracias por imaginar historias de amores imposibles, por reconocer una canción nada más empezar, por ser las mejores compañeras de habitación, por dejar que os robe PAPAS, por ser la mejor conductora y sobre todo porque habéis soportado mi lentitud. A mis gemes agredecerle que en su momento aguantaran mi mandonería y que les encante mis mil y un vídeos-fotos. Pero lo importante es que formamos un gran equipo y juntas somos mejores. Ahora entiendo por qué lo mío con aquel chico no funcionó, porque con él no era una «big girl». Con vosotras sí me siento como tal pues hacéis que sea la mejor versión de mí misma y un día tonto lo convertís en uno de los mejores.
Va dedicado a mis amigas, a mis hermanas, a las que quiero como tales. Ahora me toca devolverle a la vida lo que ella me ha dado a mí; que mucho es. Ojalá tengáis la suerte de tener a personas así en vuestras vidas, es un verdadero lujo. La próxima escapada: más y mejor.
Pd: tarde o temprano acabaréis leyendo esto, no me matéis. Cada cierto tiempo haré algo así solo por darme el gusto de oíros decir “nunca me han escrito nada igual”.
¡LO MEJOR ESTÁ POR LLEGAR! 