Que yo no soy de medias tintas, lo sabes bien. Que me gustan las cosas bien hechas, también. Y que paso de amores baratos, por supuesto.
Me hace gracia la época en la que vivimos en lo que lo único que se busca es la felicidad del momento; y en él todo vale. Mira pues no. Porque yo soy de las que se enamoran, pero las que lo hacen de verdad. De las que son unas pesadas y no paran de escribirte, de las que te buscan sin mirar atrás, porque al pasado ni para coger impulso.
Y es que no entiendo esta moda de querer ir a todas las discotecas y emborracharte como si no hubiera un mañana, liarte con tropecientos tíos y al día siguiente si te he visto no me acuerdo. Lo que tampoco entiendo son a los hombres que en dos meses cambian de opinión drásticamente, que un día te quiero y a la mañana siguiente si te he visto ni me acuerdo.
Porque yo necesito a alguien que me entienda y que sepa lo que quiero decir solo con mirarme a los ojos, a alguien que dé igual el sitio en el que esté, porque lo único que le importe sea estar a mi lado y a una persona que me respete tal y como soy.
Mira es que ya estoy harta, ¿sabes? ¿Que qué busco? La pregunta del millón. Solo a alguien que no esté con él porque sin él muero sino porque con él vivo. Porque conmigo o todo o nada, déjate de medias tintas y hazme el amor, pero de tu vida. Por eso sé que cuando llegues lo sabré con solo mirarte.