Hoy os quiero hablar del trabajo en equipo.
Ahora con “Bolonia” es muy común tener que hacer muchas exposiciones y trabajos con los compañeros de clase. Siempre lo había visto como una pérdida de tiempo porque también tenemos exámenes. Pero, lo cierto es que, este «finde» en el torneo de debate me he dado cuenta de lo importante que es realizar un buen trabajo en equipo. Es importantísimo que los eslabones estén perfectamente enlazados. Incluso, puedo decir que a la hora de salir de la Universidad es imprescindible saber comprender a los demás y trabajar con ellos. Que los exámenes son esenciales, está claro. Pero a la hora de la verdad, lo que nos va a dar tablas son las prácticas y exposiciones. Decía ayer uno de los jueces del debate, que por cierto era italiano, que la oratoria debería de ser una asignatura obligatoria para los estudiantes. Que nosotros aquí en España no tenemos la tradición de realizar debates y de hablar en público. Al contrario de lo que sucede en su país. Y es que nos contó que en Italia, los niños aprenden a hablar en público y a hacer exposiciones desde Educación Primaria.
Para mi profesión es muy importante que los compañeros se entiendan y se complementen, desde el técnico de sonido, al realizador, los redactores, productores y hasta el último eslabón, que como dijo Pepe Ribagorda en la presentación de la temporada de EL JULI (el pasado miércoles), los presentadores son la última pieza de un gran puzle, que forman muchísimas personas. En cualquier medio, el trabajo que realicen entre ellos es esencial para conseguir el objetivo propuesto: contar de la mejor forma la actualidad.
Pero más allá del ámbito laboral, el trabajo en equipo también es esencial. Está en la familia, y en los amigos. ¿Cómo organizaríamos una fiesta sorpresa sin el trabajo personal de cada uno y su correspondiente organización? El que se encarga de distraer al sorprendido, el que compra la comida, el de la tarta, el de las bebidas… Lo mismo que pasa en una casa. Sin una puesta en común, sin el reparto de tareas que ya nos enseñó nuestra madre desde pequeños. ¿Cómo se podría vivir en un ambiente ordenado, de limpieza? Y es que siempre he pensado que la unión hace la fuerza, que cuatro brazos pueden más que dos.
Desde pequeña he hecho muchos deportes y es por eso que me gustaría ser periodista y dedicarme a lo que me apasiona. ¿POR QUÉ ADMIRAMOS A LOS DEPORTISTAS? PORQUE PERSIGUEN SU SUEÑO, PUEDEN PERDER, PERO NUNCA SE RINDEN. Por ejemplo, somos fieles seguidores de la selección española de fútbol porque representan a nuestro país. ¿Pero no os habéis parado a pensar que si ganan es por el buen trabajo en equipo que hacen? El mejor portero del mundo (claramente Iker), el que sube el balón, el centrocampista (Iniesta), el delantero y su pareja para que marque el gol y los demás corriendo detrás del balón… se complementan, francamente, bien.
Hay gente que se tira toda una vida en la misma empresa… fichan para entrar y salir y no tienen un momento de felicidad. Van a su aire, sin contar con los demás. Estoy convencida de que eso no es lo que quiero en un futuro. Tengo claro que al principio no tendré un gran sueldo, pero lo que sí quiero es tener un trabajo que me guste, algo que me apasione. Que si me tengo que levantar a las seis de la mañana (aunque me cueste) me levante con una sonrisa y deseando empezar la jornada laboral para aprender cosas nuevas. Y es que si hay algo que me encanta de esta profesión, EL PERIODISMO, es que todos los días son diferentes. Una noticia nueva, un acto, declaraciones… siempre aprendemos cosas nuevas. Como decía una profesora: «somos aprendices de todo y maestros de nada. Expertos en el TRIVIAL (básicamente). Estar en contacto con la actualidad, y tener que documentarte mucho, muchísimo para “intentar” dominar el tema. Por eso no aceptéis que os paguen para renunciar a vuestros sueños». Mi profesor de ética (uno de los que más he aprendido 😉 ) nos decía que a él lo intentaron comprar en numerosas ocasiones y nos repetía una y otra vez que su libertad no tenía precio. Y es que muchas veces tenemos un trabajo que no nos motiva, pero sí que lo hace el sueldo. Esto claramente, en mi opinión, ha de ser un martirio. Pero allá cada uno.
Dejemos esto a parte, te quiero hacer una última pregunta:
En los momentos claves de vuestra vida. ¿Estabas solo? Seguro que no, porque los grandes momentos no se graban según el lugar en el que suceden sino con los que estamos en ese instante. ¿Para qué sirve conseguir nuestras metas si no es para celebrarlo con los que queremos? Queda claro, LA VIDA ES MEJOR EN COMPAÑÍA y si hay un buen vino, ya ni te cuento…