Hace una semana el Wanda Metropolitano se llenaba hasta la bandera con 60.739 espectadores en las gradas para presenciar el Atlético – Barcelona femenino. Algo insólito e histórico. Pero la realidad del fútbol femenino es muy diferente: hoy he acudido al Rayo Vallecano – Betis, en la ciudad deportiva del Rayo y ha sido muy diferente a lo acontecido hace justo siete días. Un total de 1.260 aficionados se han acercado a ver este partido.
Un dato curioso es que en la grada estaban las jugadoras del Atlético de Madrid: Lola Gallardo, Silvia Meseguer y Carmen Menayo.

Sí, ya sé que no era un partido tan vistoso como el del domingo pasado, pero con esto vemos que los demás clubes de la Liga Iberdrola no tienen tanto tirón como un partido de máxima tensión entre el primero y el segundo de la clasificación.
Un dato curioso es que en la grada estaban las jugadoras del Atlético de Madrid: Lola Gallardo, Silvia Meseguer y Carmen Menayo; ellas que ayer ganaban al Levante femenino por 4 – 0, en el Campo Municipal El Terrer, hoy han sido las que veían el fútbol desde sus asientos. Daban igual los colores y las edades, desde el momento en el que una niña se ha percatado de que estaban allí, mucha gente: niños, adultos, con camisetas del Rayo, del Betis… daba igual, se han acercado a saludarlas, a hacerse fotos e incluso han firmado autógrafos. Quizá estaban analizando el juego de sus rivales, pues el fin de semana que viene se enfrentarán al Betis.

Eso sí, he visto una gran diferencia de este partido con respecto al del Wanda de la semana pasada: las gradas brillaban por su ausencia, el césped no estaba en las mejores condiciones, niñas sentadas en la banda admirando a las futbolistas, muchísima menos seguridad y eso sí miles y miles menos de espectadores, 1.260 para ser más exactos.
En el descanso del partido niños y niñas han saltado al terreno de juego para dar algún toque y tirar a portería. Pero me han sorprendido las imágenes de dos niñas: una iba vestida de princesa y jugaba con otro chico y mientras, la otra, con un peto que parecía el de staff o prensa, estaba sentada en la banda para empezar a que el partido se reanudara de nuevo. Es entonces cuando he pensado que las niñas ya no sueñan tanto con ser princesas y muchas otras empiezan a tener referentes dentro del fútbol femenino. Porque quién sabe si cuando le pregunten: ¿qué quieres ser de mayor?, alguna responda: futbolista.
